Novedades | 29 de enero de 2020

Una tinta de oro y azúcar fundamental para tratar el cáncer


Mediante técnicas de impresión 3D, investigadores de la Universidad de Sevilla han creado el logo de su institución con nanopartículas de oro estabilizadas mediante polímeros de arabinosa, un azúcar de fácil adquisición en la naturaleza. El avance se podría aplicar en biosensores que detectan células tumorales.


El equipo de investigación del Departamento de Química Orgánica y Farmacéutica de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Sevilla, liderado por Ana Alcudia Cruz, junto con la colaboración del grupo del investigador Rafael Ricky Wilman, de la Universidad de Nottingham, han conseguido desarrollar esta tinta de oro que se puede imprimir con un dispositivo de inyección 3D y crear un compuesto estable; lo que sería una puerta fundamental para su uso en la lucha contra el cáncer.

El oro es un metal precioso en todos sus sentidos. Sus singulares características a escala nanométrica convierten este elemento químico en un arma excepcional en medicina y, en especial, contra el cáncer. La capacidad de interacción de este metal con biomoléculas, la nula toxicidad y su conductividad lo convierten en una magnífica herramienta para diagnosticar tumores, intervenirlos o como transporte de compuestos terapéuticos. Pero sus nanopartículas tienen un comportamiento esquivo durante el procesamiento y pueden perder sus propiedades al agregarse a otras sustancias.


La investigación de las universidades de Sevilla y Nottingham ha culminado con una tinta de oro y un polímero elaborado con el monosacárido arabinosa (azúcar) que se puede imprimir en tres dimensiones mediante una tecnología asequible y que ha permanecido estable durante seis meses frente a los días u horas de estabilidad de otras tintas, en las que la presión de los cabezales de impresión para crear las microgotas alteraba las características de las nanopartículas o bloqueaba el dispositivo.


Según explica Belén Begines, primera autora de la investigación publicada en Scientific Reports, del grupo Nature, " Nuestra técnica permite usar varias tintas (Compuestos complejos) de forma simultánea y a alta resolución. Se puede crear un objeto de una sola vez". De esta forma, se podrían fabricar en poco tiempo y con una tecnología ya existente los compuestos necesarios en función de las singularidades de cada paciente.



"Ha sido un primer paso. El siguiente es conseguir un biosensor o la fabricación de microelectrodos y mejorar y estudiar el compuesto", añade la investigadora.



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